Carta de una gorda

Carta de una gorda:

Si, estoy gorda. He sido gorda desde mi adolescencia, con todo lo que ello conlleva. Ahora tengo 31 años y sigo estando gorda. En mi casa no cocinamos fritos, ni empanados, ni nada con grasa. Una garrafa de aceite de 5 litros nos dura 1 año. No compramos ni comemos patatas fritas, ni bollería, ni galletas, ni cereales, ni colacao, lo único que tenemos es una tableta de chocolate negro bajo en azúcar.

Hago ejercicio, voy al gimnasio todos los días a nadar mínimo media hora, es un ejercicio moderado pero me sienta bien. Además de algún que otro paseo.

Hace ya casi dos años que no fumo. No bebo alcohol, salvo en ocasiones espaciales y si, si follo, aunque no tanto como me gustaría, pero no porque esté gorda, sino porque tengo un bebé de 10 meses.

Cuando me quedé embarazada, en contra del pronóstico de 3 ginecólogas, 1 ginecólogo y 2 enfermeras, no me dio diabetes. Mis analíticas fueron perfectas, ni azúcar, ni colesterol ni ácido úrico. Mi circulación también está perfecta, no tengo "piernas cansadas" ni varices, ni se me hinchan los pies.

Así que, cuando veas a una gorda o un gordo, no juzgues a la ligera, lo mismo te equivocas.

Atentamente, 

Marta, una gorda.